Directivo de la FALP en varias etapas, comisario internacional, promotor del Trofeo Toyota Enma-2RM y expiloto, falleció este lunes 23 de marzo
Después de casi tres meses luchando por la vida en el Hospital General de Gran Canaria-Dr. Negrín, tras un fatídico accidente de tráfico en las pasadas navidades, este lunes 23 de marzo nos ha dejado para siempre Enrique Rubio Morales.
Desde la Federación de Automovilismo de Las Palmas lamentamos mucho su fallecimiento y queremos expresar nuestras condolencias y apoyo a su esposa, hijas y resto de familiares, además de sus amigos más cercanos y colaboradores. Nos unimos al sentimiento de tristeza que invade al mundo del motor en Canarias.
Es una gran pérdida y siempre será recordado en todas las facetas del automovilismo que cultivó desde hace ya casi 40 años. Hombre veterano del motor, pero igual de activo en todo este tiempo, donde ejerció como comisario técnico, comisario deportivo y prácticamente todas las funciones posibles de un oficial. Su trabajo y conocimientos les llevaron a cotas altas como comisario internacional y nominado a ejercer en el Campeonato del Mundo de Rallys y en el Mundial de Fórmula 1.
Antes, tuvo una buena trayectoria como piloto de rallys, recordado especialmente por su etapa con un Toyota Starlet y más tarde con un Renault 5 Turbo, entre otras monturas. Todavía sin colgar el casco recogió el testigo de la Copa Yaris y organizó con estos coches el Trofeo Toyota Enma-2RM, que debido a su éxito se ha prolongado por 15 años y que por decisión familiar tenía previsto continuar en este 2020.
Su trabajo en la FALP es largo, casi siempre ligado a las comisiones técnicas y en las últimas temporadas, a los vehículos clásicos deportivos y la Regularidad Sport. En todos estos años ha formado parte de casi todas las juntas de gobierno de la Federación de Las Palmas y de la Federación Canaria.
Desde que se ha tenido conocimiento de la triste noticia, a través de las redes sociales han llegado muchas muestras de afecto y cariño a la figura de Enrique Rubio Morales, lo que sin duda congratula a sus compañeros en las federaciones y especialmente a su propia familia.
Algo muy importante en este momento tan duro que estamos viviendo en nuestra sociedad por la pandemia del Coronavirus, que no va a permitir el contacto directo entre todos nosotros para despedir como se merecía a Enrique Rubio. Que descanse en paz.