Con tan solo 19 años, el piloto grancanario se ha colocado en lo más alto de la tabla del Campeonato de España GT
Campeonato de GT de España, una de las competiciones más exigentes del automovilismo nacional. En la actualidad, el joven piloto forma parte del cuadro madrileño «Chefo Sport», en el que conduce un Ligier JS2R. Con este vehículo ha conseguido triunfar en las dos carreras disputadas el pasado fin de semana en el Motorland de Aragón. Un doble triunfo que catapulta a Varela a lo más alto de la categoría GPR.
El joven piloto tiene una trayectoria relativamente corta, pues empezó su andadura hace apenas un año y medio. Su pasión por los coches y la Fórmula 1 fue lo que le motivó a pedir a sus padres comenzar a practicar por su cuenta en el Racing Kart de Maspalomas. Hasta que le nació la oportunidad de irse a Madrid para competir con su actual equipo, Chefo Sport, que cuenta con innumerables victorias a nivel nacional y europeo de sus corredores tanto en rallyes como en circuitos en sus más de 30 años de experiencia.
Entre sus proyectos, Maxi Varela combina la competición con su carrera de Ingeniería de Motor que cursa en Inglaterra, la cual empezó este año. Con unas calificaciones altas, el piloto no solo espera dar lo mejor de sí mismo en las carreras, sino que también muestra interés en conocer la mecánica y el diseño de los vehículos. Aun así, el corredor tiene como principal objetivo continuar triunfando y ganar el Campeonato esta temporada, lo que le permitiría acceder al Campeonato de Europa.
La competición comenzó en Aragón el pasado 28 de marzo, en el que la joven promesa del automovilismo español pudo hacerse con dos victorias de manera consecutiva. A lo largo del año, recorrerá junto a su equipo algunos de los circuitos más emblemáticos del país, como el Ángel Nieto (Jerez), hasta el mes de noviembre, donde se vivirá la final del circuito en Barcelona. Su próxima cita será en Navarra.
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Sebastián Varela, padre y representante del joven, es quien más apoya su carrera profesional, pero considera que «es un deporte de riesgo». Por un lado, «su madre y yo queremos que le vaya lo mejor posible», pero «es inevitable sentir cierta preocupación por el peligro que conlleva este deporte, lo más importante es su seguridad». Además, pide más patrocinios por parte de las empresas para ayudar a darle una mayor visibilidad al corredor.